Noticias

Trini Blanch: “Sabemos que la cooperación internacional es una herramienta fundamental para luchar contra las desigualdades y la pobreza”

Por Yolanda Menadas | Fotografías de Ana Enguídanos Baena

Trini Blanch es la presidenta de la Coordinadora Valenciana de ONGD y llega a la entrevista con la sonrisa puesta. No es de extrañar, en julio recibieron la Medalla de Oro de la ciudad gracias a su labor al frente de las ONGD valencianas. Su rol desde 1992 es formar a las propias organizaciones. Cada una de ellas es independiente, pero en cuanto atraviesan las puertas, sus siglas desaparecen.

Las 89 ONGD que actualmente forman la Coordinadora trabajan en grupos de trabajo y votan en asamblea el rumbo a seguir como sector. En la sede, los carteles como el de “Welcome Refugees” o “Pobreza Cero” recuerdan el papel fundamental que desempeñan.

AEB17-014-Blanch

¿Cuál diría que es el mayor logro conseguido por la Coordinadora este año?

Nuestro logro más importante es el de exigir justicia en relación al Caso Blasco. Ahora se acaba de publicar el auto, nos hemos presentado como acusación popular y creo que es algo que tiene una repercusión no solo en el sector sino en la totalidad del pueblo valenciano y eso te hace sentirte satisfecho.

¿Cómo ha sido el proceso?

Ha sido un proceso muy largo. Nosotros reivindicamos que jamás le llamemos el Caso Cooperación sino Caso Blasco porque la cooperación no tiene nada que ver con lo que ha sido esta trama. Una trama llevada a cabo por una organización criminal que lo único que pretendía era desviar fondos de la cooperación. Ha sido muy complicado porque para las propias organizaciones ha sido muy duro el ver cómo la administración, que se encarga de velar por la gestión pública de los fondos de una manera transparente y eficiente, haya hecho totalmente lo contrario. Creo que ninguna de las organizaciones que estábamos dentro éramos conscientes realmente de todo lo que estaba ocurriendo y el participar como acusación popular de todo el proceso, estar leyendo emails, escuchas telefónicas, revisando documentación… para poder preparar ese escrito de acusación, ha sido lo más duro porque la terminología con la que se trata a las personas que más sufren del planeta es muy desagradable. Y luego está el sentimiento de amenaza permanente que hemos sentido como sector crítico previo al propio proceso. Cuando estábamos insinuando que las cosas en la Conselleria de Blasco no estaban yendo como deberían, las propias entidades, otras coordinadoras del estado, la propia administración… nos trataban como a los de la teoría de la conspiración. Y cuando se evidenció, y con mayor fuerza de lo que nosotros imaginábamos, fue una satisfacción del reconocimiento bien hecho, pero también la dureza de ser conscientes de con quién estábamos trabajando desde hacía muchísimo tiempo.

¿Y los objetivos de cara al próximo año?

A nosotros nos gusta pensar que la Justicia Blasco, como lo llamamos nosotros, es una cosa que por desgracia, desde hace seis años, planea sobre nuestra estrategia, porque no podíamos dejarlo a un lado, aunque también nos sentimos muy satisfechos de seguir siendo un referente dentro de las coordinadoras autonómicas, de ser una de las coordinadoras con mayor número de entidades dentro, pese a todo lo que ha ocurrido. Consideramos que nuestras entidades están jugando un papel, en cuanto a incidencia política, fundamental, que es el papel último que jugamos como organización. Y estamos dando pequeños pasos que son muy importantes y que tienen que ver con todos los cambios de gobierno que ha habido en los últimos años, en los que hemos estado exigiendo no solo espacios de participación sino que hemos ejercido con total responsabilidad en ese espacio y ese rol que jugamos como representantes del sector. Creo que el reto que tenemos de cara al año que viene es ver que esos pequeños pasos se consolidan y dejamos de hablar de compromisos electorales y estamos viendo cómo solucionar los problemas y que haya una apuesta real, en la que los compromisos presupuestarios se hagan realidad. Creemos que es algo muy simbólico, pero sabemos que la cooperación internacional es una herramienta fundamental para luchar contra las desigualdades y la pobreza.

Fotografía de Ana Enguídanos Baena
Fotografía de Ana Enguídanos Baena

Sin presupuesto no hay hechos…

Efectivamente, creo que está muy bien haber trabajado en la planificación, sin embargo, si queremos medir el impacto que tiene la cooperación valenciana, tenemos que poner recursos técnicos y económicos para poder llevarla a cabo.

En estos momentos, todos los países son países en desarrollo sostenible. Según el Índice de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), España ocupa el puesto número 30 de un total de 149 países comprometidos con estos objetivos y de los 17 objetivos, nuestro país solo aprueba en igualdad de género, de momento. Según su opinión, ¿qué medidas se han tomado para conseguirlo?

Creemos que los ODS son un avance en muchos sentidos. El hecho de que exista una agenda que vaya un poquito más allá de lo que es simplemente hablar de las consecuencias y empezar a hablar de las causas. Nosotros, como organizaciones, llevamos muchos años siendo conscientes de cuáles son las causas que generan esa pobreza y tener una agenda que menciona esas causas es fundamental. Sí que es cierto que hay que invertir, tener un plan realmente estructurado a nivel local y autonómico sobre qué papel jugamos en esa Agenda 2030, pero también es cierto que creemos que la Agenda 2030 son mínimos, que hay que trabajar en mayor profundidad muchísimas cosas y que, por desgracia, por el modelo productivo en el que se basa nuestra sociedad, creemos que esa sostenibilidad es muy difícil. Así, estar hablando de un proceso sostenible cuando sabemos que las teorías económicas están diciendo que el modelo no es sostenible a largo plazo, nos da pequeñas pistas y puede generar compromisos importantes en determinadas políticas, aunque tenemos que ir mucho más allá.

Fotografía de Ana Enguídanos Baena
Fotografía de Ana Enguídanos Baena

No crees que se vayan a cumplir los ODS…

Me gustaría decirte que sí, pero creo que, aunque hayamos dado grandes pasos desde la Comunidad Valenciana, es una agenda a nivel de todo el planeta y todos los actores. Y podemos tener unos actores súper comprometidos, como las ONG, los sindicatos, otras entidades sociales, las empresas de economía social y solidaria… sin embargo, sabemos que hay otras fuerzas económicas y políticas que van en la dirección opuesta y que tienen demasiado poder y nos han demostrado que sus intereses son otros. Sabemos que debemos apostar por esa alianza con otros actores, pero para que realmente nos sintamos aliados de ellos, deben demostrar muchísimas cosas y mientras se sigan violando los derechos humanos, no podemos mantenerlos en un espacio protagonista en la implementación de esta agenda. Para eso estaremos el resto de entidades: para vigilar, denunciar y contagiar los pilares que deben sustentar esta agenda.

La Comunidad Valencia es pionera en la implementación de los ODS. ¿Cómo se aplican estos objetivos mundiales en nuestro entorno más cercano?

No sé si podemos hablar de la implementación, pero sí de planificación y estrategia de difusión, de hacer conocedores a todas las entidades locales de qué es esta agenda y qué papel juega cada uno de los actores locales en este sentido. La agenda está incluida en el propio Pacte del Botànic, está incluyéndose en cualquier espacio con diferentes actores y está generando espacios para reflexionar sobre ello. Pero sabemos que todo ello se está liderando desde Cooperación Internacional y para nosotros es muy importante que esto sea algo de todo el Consell y todas las administraciones públicas y es necesario que se apliquen mecanismos de vigilancia y transparencia para ver cómo lo aplican cada una de las consellerias. Es muy complicado estar hablando de que somos pioneros en la implementación de la Agenda 2030 aquí en la Comunidad Valenciana y a lo mejor no estar planteándonos el no contratar empresas que tienen fondos en los paraísos fiscales. Creemos que es importante que se tenga la panorámica desde todos los espectros aunque haya decidido liderarlo la Conselleria de Transparencia, Responsabilidad Social, Participación y Cooperación. Además, los ODS son un paraguas que utilizamos las organizaciones para aprobar medidas relacionadas con la cooperación.

Fotografía de Ana Enguídanos Baena
Fotografía de Ana Enguídanos Baena

¿Qué papel juega la empresa privada en el mundo de la cooperación?

Trabajamos con las empresas privadas desde hace mucho tiempo porque hay empresas de economía alternativa que son grandes aliados. No hace falta que nosotros reinventemos la rueda continuamente, a veces, únicamente replicamos las reflexiones de estas entidades referentes. Por otro lado, están las empresas privadas que no están dentro de este círculo con las que no hemos tenido una alianza tradicionalmente porque no han puesto en el pilar de sus objetivos la defensa de los derechos humanos sino el crecimiento económico a toda costa. Nosotros intentamos explicar que las cosas se puedes hacer desde otra óptica. También decimos que estamos en un momento en el que tenemos muchos frentes abiertos y nuestras fuerzas llegan a lo que llegan y, como sector, aunque seamos fuertes y comprometidos y con una visión muy profunda de lo que son las causas, también debemos medir nuestras fuerzas y, sobre todo, nuestro papel de denuncia, vigilancia, pedagogía… Vamos a seguir invitando a cualquier jornada que hagamos para reflexionar sobre esto, pero sabemos que no tenemos una capacidad de incidencia tan fuerte como la que pueda tener la propia administración… reduciendo los posibles privilegios fiscales, por ejemplo, que sabemos que es lo que les preocupa.

Si ahora cerráramos los ojos y al abrirlos estuviéramos en 2030, ¿qué le gustaría encontrarse?

Desde luego, no me gustaría encontrar el Mediterráneo como me lo encuentro, ni las fronteras como me las encuentro. Me encantaría hinchar el pecho y estar diciendo que la cooperación española está siendo un referente a nivel estatal dentro de su modelo descentralizado y que se han cumplido todos los compromisos presupuestarios. Me encantaría encontrarme que las desigualdades sociales ya no existen. Me encantaría encontrarme una sociedad en la que nadie se cuestiona si eres hombre o mujer para acceder a determinados recursos o tener posibilidades de tomar decisiones sobre toda tu propia vida. Me encantaría encontrarme un planeta en el que no estemos hablando de contar los años que le quedan. Y en eso es en lo que trabajo.

Suscríbete a nuestro boletín semanal para recibir las últimas noticias en tu correo

Compartir en redes sociales