Por Carolina Tarazona Gil | Fotografías de Ana Enguídanos Baena
Septiembre es época de volver al colegio y a nuestro alrededor ya empiezan a revolotear anuncios de mochilas, libros y uniformes. Todo parece apuntar al inicio del nuevo curso en el que sin embargo, no todos los niños pueden disfrutar de los mismos derechos. La pobreza infantil y el riesgo de exclusión social afecta en nuestro país uno de cada tres niños que no son responsables de la situación. En la organización no gubernamental Save the Children son conscientes de ello, y al hablar con su responsable en la Comunidad Valenciana, Rodrigo Hernández, se deja bien claro el objetivo de seguir trabajando para conseguir el derecho de todos los niños a una salud adecuada, educación de calidad y protección frente a la violencia. Cada acción cuenta y la educación supone la clave del futuro de niños y niñas que sueñan con hacerse mayores y cambiar el mundo.
¿Cuáles son los mayores logros conseguidos este año por Save the Children?
Estamos muy orgullosos de los logros que hemos conseguido este año 2017 y por ello, cabe destacar los 3 pilares en los que se sustenta el trabajo de Save the Children como son la intervención directa en emergencias, ya sean internacionales o nacionales, como por ejemplo la intervención en la infancia en riesgo de pobreza en España; en segundo lugar la incidencia política con todos los cambios que hay que hacer a nivel europeo, nacional o valenciano; y por último la sensibilización social para conseguir apoyo al movimiento y hacer que las cosas cambien.
Hasta el día de hoy se han dado respuestas a todas las emergencias de categoría 1 como es el caso de la crisis de refugiados en Europa. Los proyectos de intervención engloban a 17.000 niños en riesgo de exclusión en España y 2.000 en la Comunidad Valenciana. Este problema gracias a la incidencia política ha sido reflejado en un estudio sobre las familias monoparentales, la violencia contra la infancia o la desigualdad. Con la ayuda de estos informes, nuestra ONG presenta datos exactos a los partidos políticos para que puedan visualizar la situación real y se cambien las leyes para mejorar las condiciones de los niños.
En nuestro país, ya hemos conseguido que se inicie un proceso de reforma para conseguir una ley íntegra para evitar la violencia contra la infancia. Y concretamente en Valencia, hemos conseguido una proposición de no de ley para una correcta protección de los niños.
¿Puede explicarnos uno de los últimos proyectos realizado en los países en desarrollo en los que actúan?
Destacaría el barco de rescate en el mediterráneo que ayuda a los niños y a sus familias a huir de países en guerra, llenos de pobreza y en el que son perseguidos. Hay que tener en cuenta que uno de cada tres refugiados es un niño y que una de cada 37 personas que vayan a cruzar el Mediterráneo hacia Italia, no conseguirá llegar. Los pequeños botes en los que viajan los refugiados suelen estar escasos en agua potable y en salvavidas. Para evitar que ningún niño muera en el mar, nuestro barco de salvamento, el Vos Hestia, está preparado para buscar, rescatar y salvar a quiénes más lo necesitan con un equipo de profesionales dispuestos a ayudar. Desde 2015, año en el que murió Aylan en el Mediterráneo, se pretende que esta situación no vuelva a repetirse nunca más.
¿Qué garantías ofrecen los Objetivos de Desarrollo Sostenible a la Convención a los derechos de la infancia?
La relación entre los objetivos y la CDN (Convención sobre los Derechos del Niño) tiene un encaje perfecto, aunque no aparezca la palabra niños directamente en sus descripciones, sí que figuran en las metas que se quieren alcanzar. Uno de los puntos positivos de los 17 objetivos de desarrollo sostenible para transformar el mundo es que ya no hay diferencia entre lo que se pretende para los países del norte y del sur.
Y ¿cómo aplican los Objetivos de Desarrollo Sostenible en nuestro entorno más cercano?
Se trabaja con varios de los objetivos como es el objetivo 1 de la pobreza y el 4 de la educación. Para erradicar la pobreza hace falta educación, y esto supone un trabajo de intervención directa. Cuanto más aumenta la educación, más disminuye el riesgo de pobreza y el de exclusión social. Un ejemplo claro es cuanto menor es el nivel de educación de los padres, más afecta al riesgo de pobreza de sus hijos con una probabilidad de un 70%, aunque si por el contrario tienen un nivel de estudios superior, el riesgo se reduce a un 10%. Es por ello que hay que trabajar directamente en la educación de esos niños mediante el trabajo de incidencia para garantizar sus derechos y para que las administraciones públicas tengan conciencia de esto y se consiga revertir la situación.
¿En qué objetivos se va a centrar Save the Children de cara al próximo año?
Vamos a seguir trabajando a través de los tres pilares para mejorar la situación de los niños con máxima vulnerabilidad: los niños en situación de pobreza, los niños migrantes y los niños que sufren violencia. A través de la intervención directa y la incidencia política impulsaremos leyes y haremos las campañas de sensibilización y comunicación para que se mejore a través del apoyo social.
En el caso de la Comunidad Valenciana, hay un objetivo claro del derecho a la salud para los niños, ya que en muchos casos por el copago sanitario, estos no pueden permitirse pagar los medicamentos para ciertos tratamientos. Sin embargo, se ha conseguido un decreto por el que hay una ayuda a familias de rentas bajas de menos de 18.000€ para poder conseguir los medicamentos de forma gratuita. Esto ya ha beneficiado a 400.000 niños y niñas en la Comunidad.
¿Qué papel juega la sociedad civil?
La sociedad civil tiene un papel fundamental para poder cambiar las cosas. Sin el compromiso e implicación de más de 100.000 socios en Save the Children España, hubiese sido imposible trabajar en la intervención. Para ello, conseguir que nuestros objetivos sean también los suyos es muy importante para trabajar, ya que hace que la gente conozca que lo que se está haciendo es fundamental.
Para comunicar todas las campañas que se están llevando a cabo, se realizan informes con un componente de ideación política y así los interesados pueden aportar dinero y se van produciendo cambios. También se hacen campañas específicas muy potentes como por ejemplo, cuando se puso un aula derruida en la Puerta del Sol de Madrid para denunciar la situación de muchos niños sirios que han sido privados de la educación durante muchos años por la guerra.
Si ahora cerráramos los ojos y al abrirlos estuviéramos en 2030, ¿qué le gustaría encontrarse?
El plan estratégico de Save the Children para 2030 incluye 3 objetivos fundamentales como son haber acabado con todas las muertes infantiles de menores de 5 años, que ningún niño muera por causas prevenibles porque le falta suero, medicinas o alimentación; que se haya acabado contra la violencia infantil; además de que todos los niños y niñas tengan acceso a una educación de calidad para poder garantizarles un futuro.
Me gustaría que hubiese mucha más conciencia social en este tema y aunque realmente se hace lento, las cosas están cambiando. A nivel histórico las cosas mejoran y el número de niños que han muerto por causas prevenibles desde los años 90 hasta ahora se ha reducido hasta la mitad, al igual que se ha doblado el acceso a la educación. Son cambios lentos y a veces frustrantes, pero hay que seguir apostando y no desfallecer porque las cosas realmente mejoran.
